*** foto del portada del post: Milan Lovětínský
📌 Algunos coleópteros han desarrollado mecanismos sonoros como estrategia defensiva ante amenazas. Este fenómeno, conocido como **estridulación**, consiste en la producción de sonidos mediante la fricción de partes especializadas del exoesqueleto. Si bien esta capacidad no está presente en todos los grupos, es relativamente común en varias familias, incluidos algunos cerambícidos (Cerambycidae).
Un ejemplo destacado es el cerambícido europeo Acanthocinus aedilis. Este escarabajo es capaz de emitir un sonido audible cuando se siente amenazado o es manipulado. La estridulación en esta especie se produce gracias a un órgano especializado ubicado en la región protorácica, que roza contra estructuras del mesotórax al mover partes de su cuerpo.
Este tipo de sonido tiene una función claramente aposemática: puede servir para disuadir a depredadores, y es que, aunque no representa una defensa física directa, actúa como tal, confundiendo y/o sorprendiendo al posible atacante.
La emisión de sonidos en coleópteros no solo tiene una función defensiva, puede utilizarse también en la comunicación entre individuos de la misma especie (interespecífica).
1. Comunicación sexual (cortejo y apareamiento): En varias especies de cerambícidos, los sonidos estridulatorios tienen una función durante el cortejo. Los machos del conocido longicornio Hylotrupes bajulus (carcoma de la madera) pueden producir sonidos mientras se aparean con la hembra (En algunos casos, las hembras también responden con estridulación, lo que sugiere una forma de diálogo acústico entre los sexos). Estos sonidos podrían servir tanto para calmar a la hembra como para advertir a otros machos.
2. Disuasión entre machos (competencia intraespecífica): Los sonidos también pueden tener una función agonística. Durante interacciones entre machos que compiten por una hembra o un territorio, algunos cerambícidos emiten sonidos repetitivos que parecen funcionar como advertencia o intimidación, reduciendo la necesidad de contacto físico agresivo.
3. Reconocimiento y alerta social: En algunas especies gregarias de escarabajos (como los escarabajos de la corteza, familia Scolytinae), la producción de sonidos se relaciona con (1) la atracción o reconocimiento entre individuos del mismo grupo, por ejemplo en túneles compartidos en la madera. (2) Señales de alerta frente a disturbios, que pueden inducir a otros individuos a dispersarse o adoptar comportamientos defensivos.
El estudio de estos mecanismos sonoros resulta interesante desde el punto de vista evolutivo y ecológico, ya que demuestra cómo distintos insectos han desarrollado estrategias defensivas más allá de la coloración o las secreciones químicas. Acanthocinus aedilis ejemplifica cómo un comportamiento aparentemente simple puede tener un impacto importante en la supervivencia del individuo.

Foto: Ismael Pérez.- Málaga
Vídeo en formato “short” publicado originalmente en el canal de YouTube INSECTS4K https://www.youtube.com/@Insects4K/shorts