Carratraca es un municipio situado en la provincia de Málaga, Andalucía. Es un pueblo conocido por su hermoso entorno natural, su historia y su rica tradición cultural.

Carratraca se encuentra en la comarca de Guadalteba, en el interior de la provincia de Málaga. Su historia se remonta a la época romana, cuando era conocida por sus aguas termales. Sin embargo, alcanzó su máximo esplendor durante el siglo XIX, cuando se convirtió en un popular balneario termal frecuentado por la aristocracia europea y la alta sociedad de la época. Las aguas sulfurosas y ferruginosas de la zona eran conocidas por sus propiedades curativas.

La comarca del Guadalteba es una región geográfica ubicada en el norte de la provincia de Málaga, en la comunidad autónoma de Andalucía, en el sur de España. Esta comarca toma su nombre del río Guadalteba, que atraviesa la zona. La comarca está integrada por nueve municipios que son: AlmargenArdalesCampillosCañete la RealCarratracaCuevas del BecerroSerratoSierra de Yeguas y Teba.

Algunos aspectos a destacar… Ardales: Conocido por su espectacular paraje natural, el Desfiladero de los Gaitanes, y por la Cueva de Ardales, que contiene arte rupestre prehistórico. Campillos: Un pueblo rodeado de campos de cultivo y lagunas, como la Laguna de Fuente de Piedra, un importante refugio para aves migratorias. Teba: Destacado por su castillo en la cima de una colina, desde donde se puede disfrutar de vistas panorámicas de la región. Almargen: Un tranquilo pueblo que conserva su encanto rural y arquitectura tradicional. Cañete la Real: Otro pueblo con un castillo medieval bien conservado y una rica historia.

El balneario de aguas sulfurosas

La historia del pueblo actual encuentra sus raíces en el siglo diecinueve, cuando se dio lugar a la expansión del balneario que se convirtió en un destacado atractivo turístico para la localidad. Según la leyenda, fue Juan Camisón, un mendigo, quien descubrió las propiedades curativas de sus aguas. El apodo de “camisón” se originó debido a que vestía esa prenda para proteger su cuerpo de las llagas que lo afectaban. Cuando llegó a un cortijo cerca del manantial en busca de ayuda, observó cómo un cabrero usaba el agua para sanar las úlceras de sus cabras. Asombrado por los resultados, decidió sumergirse en el agua y también experimentó una curación.

El edificio del balneario, ubicado en la calle Baños, refugia las aguas curativas en un diseño de estilo neoclásico, construido en piedra arenisca y mármol. Su construcción se remonta a mediados del siglo diecinueve (1847) y el aspecto actual se estableció en 1855. Para su ampliación, se utilizaron terrenos cedidos por el Conde de Teba, padre de Doña Eugenia de Montijo, a cambio de la disposición de un baño exclusivo para su hija, una disposición que se mantiene hasta hoy. No obstante, no hay indicios de que la esposa de Napoleón III llegara a utilizarlo ni visitara la localidad.

Estas aguas suelen utilizarse para tratar tanto afecciones cutáneas y mucosas como problemas reumáticos, artrósicos o, incluso, trastornos del sistema nervioso, entre otros. Personalidades notables como Moreno Carbonere, Rilke y Romero de Torres, y más contemporáneamente Antonio Gala, María Victoria Atencia y Antonio Banderas, han disfrutado de los beneficios de estos baños.

Sin embargo, el balneario no lo es todo. Desde lo alto de la colina que rodea al pueblo, los símbolos de la localidad se despliegan ante la vista: la plaza de toros, el palacete de Doña Trinidad (actual Ayuntamiento), la iglesia y más. La arquitectura de Carratraca es distintiva en su volumen y diseño, con casas de tres pisos que fueron construidas por la burguesía de la época, quienes se trasladaron allí debido al balneario. Una de las edificaciones más emblemáticas es aquella que en su momento perteneció a Don Carlos Donoy, gobernador malagueño de Fernando VII, y que posteriormente fue convertida en un hotel.

Por tanto, la economía de este municipio ha dependido en gran medida del turismo, ya que la mayor parte de su territorio se encuentra en terrenos accidentados que forman parte de las sierras de Alcaparín, Aguas y Jarales, limitando así la agricultura.

“Las aguas de Carratraca”

Las aguas de Carratraca, fuente: https://www.elmundo.es/andalucia/2014/06/01/538b49e0e2704e2b7f8b4571.html

Las aguas del manantial de Carratraca se clasifican como sulfuradas, cálcicas y magnésicas, y emanan a una temperatura media de 18 grados centígrados, tal y como han explicado desde dicho hotel.

“Son aguas catalogadas como ‘mineromedicinales’ y pueden ser utilizadas como bebida o para uso tópico”. Por lo tanto, “son aconsejables para la curación de afecciones de la piel, ginecológicas, del sistema respiratorio, nervioso y osteoarticular, así como reumas, traumatismos y recuperación de lesiones”, han detallado.

Numerosos trabajos de investigación avalan, asimismo, el poder de las aguas para tratamientos de fertilidad, así como la sintomatología en la etapa de la menopausia y postmenopausia en la mujer. El efecto antioxidante del agua mineromedicinal sulfurada y su repercusión sobre el sistema inmunitario ha ampliado su utilización, especialmente en el campo de la salud preventiva. “Beber agua sulfurosa baja el nivel de colesterol ‘malo’ LDL y es muy beneficioso para desintoxicar el hígado”, han explicado, al tiempo que han asegurdao que estos efectos antioxidantes hacen que las aguas sean idóneas para los tratamientos de estética facial, corporal y rejuvenecimiento. Utilizando las propiedades mineromedicinales del agua, el equipo de profesionales médicos y especialistas en el cuidado de la salud de Villa Padierna Thermas Hotel Carratraca ha elaborado programas orientados al proceso de detoxificación y purificación, un ritual de limpieza que permite al cuerpo regenerarse y organizar su poder de autocuración natural.

Las aguas termales de Carratraca ya eran conocidas y veneradas por romanos y árabes y por el balneario -mandado a construir en el siglo XIX por Fernando VII- han pasado multitud de personajes históricos, como Cánovas del Castillo, Vicente Aleixandre o Antonio Gala, entre otros.

Ya en 2007, fue Arranz quien acometió una profunda remodelación y modernización de las instalaciones del lugar que, manteniendo su estilo neoclásico en piedra arenisca y mármol, “adquirió el valor añadido de unas instalaciones hoteleras de cinco estrellas con el sello de calidad Villa Padierna”.

¿Qué son las aguas sulfurosas?

Las aguas sulfurosas son aguas que contienen una cantidad significativa de compuestos de azufre disueltos, como sulfuro de hidrógeno (H2S) y sulfatos. Estas aguas son conocidas por su distintivo olor a huevo podrido debido a la presencia de sulfuro de hidrógeno. A menudo se encuentran en manantiales naturales o fuentes termales en áreas geotérmicas, donde el calor del interior de la Tierra puede llevar a la liberación de minerales y compuestos disueltos en el agua subterránea.

Las aguas sulfurosas han sido apreciadas durante mucho tiempo por sus posibles beneficios terapéuticos. Se cree que los compuestos de azufre en estas aguas pueden tener propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que podría ser beneficioso para ciertos problemas de la piel, artritis y otras afecciones. Por esta razón, muchas personas buscan baños termales o tratamientos de spa que involucren aguas sulfurosas.

Es importante mencionar que, aunque las aguas sulfurosas tienen sus posibles ventajas terapéuticas, también pueden ser potencialmente peligrosas si se usan incorrectamente o en exceso, ya que los compuestos de azufre en altas concentraciones pueden ser tóxicos. Si estás interesado en utilizar aguas sulfurosas para fines terapéuticos, es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de hacerlo. No la vayas a liar…